Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 13, 4-42

4 Por esta causa, por Israel, han muerto mis hermanos todos y he
quedado yo solo.

5 Lejos de mí ahora mirar por salvar mi vida en cualquier tiempo de
angustia, que no soy yo mejor que mis hermanos;

6 sino que vengaré a mi nación, al Lugar Santo y a vuestras mujeres e
hijos, puesto que, impulsados por el odio, se han unido todos los gentiles
para aniquilarnos.»

7 Al oír estas palabras, se enardecieron los ánimos del pueblo

8 y respondieron en alta voz diciendo: «Tú eres nuestro guía en lugar
de Judas y de tu hermano Jonatán;

9 toma la dirección de nuestra guerra y haremos cuanto nos mandes».
10 Reunió entonces Simón a todos los hombres aptos para la guerra y

se dio prisa en acabar las murallas de Jerusalén hasta que la
fortificó en
todo su contorno.

11 Envió a Jonatán, hijo de Absalón, a Joppe con un importante
destacamento, el cual expulsó a los que en la ciudad estaban y se estableció
en ella.

12 Partió Trifón de Tolemaida con un ejercito numeroso para entrar
en el país de Judá llevando consigo prisionero a Jonatán.

13 Simón puso su campamento en Jadidá, frente a la llanura.

14 Al enterarse Trifón de que Simón había sucedido en el mando a su
hermano Jonatán y que estaba preparado para entrar con él en batalla, le
envió mensajeros diciéndole:

15 «Tenemos detenido a tu hermano Jonatán por las deudas
contraídas con el tesoro real en el desempeño de su cargo.


16 Envíanos, pues, cien talentos de plata y a dos de sus hijos como
rehenes, no sea que una vez libre se rebele contra nosotros.
Entonces le
soltaremos.»

17 Simón, aunque se dio cuenta de que le hablaban con falsedad,
envió a buscar el dinero y los niños para no provocar contra sí una gran
enemistad del pueblo que diría:

18 «Porque no envié yo el dinero y los niños, ha muerto Jonatán.»

19 Envió, pues, los niños y los cien talentos, pero Trifón faltó a
su
palabra y no soltó a Jonatán.

20 Después de esto, se puso Trifón en marcha para invadir la región y
devastarla. Dio un rodeo por el camino de Adorá, mientras Simón y su
ejército obstaculizaban su marcha dondequiera que iba.

21 Los de la Ciudadela enviaron a Trifón legados dándole prisa a que
viniese donde ellos a través del desierto y les enviase víveres.

22 Preparó Trifón toda su caballería para ir, pero aquella noche cayó
tal cantidad de nieve que le impidió acudir allá. Partió de allí y se fue a la
región de Galaad.

23 Cuando se encontraba cerca de Bascamá, hizo matar a Jonatán,
que fue enterrado allí.

24 Luego dio Trifón la vuelta y se marchó a su país.

25 Envió Simón a recoger los huesos de su hermano Jonatán y le dio
sepultura en Modín, ciudad de sus padres.

26 Todo Israel hizo gran duelo por él y le lloró muchos días.

27 Simón construyó sobre el sepulcro de su padre y sus hermanos un
mausoleo alto, que pudiera verse, de piedras pulidas por delante y
por
detrás.

28 Levantó siete pirámides, una frente a otra, dedicadas a su padre, a
su madre y a sus cuatro hermanos.

29 Levantó alrededor de ellas grandes columnas y sobre las columnas
hizo panoplias para recuerdo eterno. Al lado de las panoplias esculpió unas
naves que pudieran ser contempladas por todos los que navegaran por
el
mar.

30 Tal fue el mausoleo que construyó en Modín y que subsiste en
nuestros días.

31 Trifón, procediendo insidiosamente con el joven rey Antíoco, le
dio muerte.

32 Ocupó el reino en su lugar, se ciñó la diadema de Asia y causó
grandes estragos en el país.

33 Simón, por su parte, reconstruyó las fortalezas de Judea, las rodeó
de altas torres y grandes murallas con puertas y cerrojos, y
almacenó
víveres en ellas.


34 Además escogió Simón hombres que envió al rey Demetrio
intentando conseguir una remisión para la región, dado que toda la
actividad de Trifón había sido un continuo robo.

35 El rey Demetrio contestó a su petición y le escribió la
siguiente

carta:

36 «El rey Demetrio saluda a Simón, sumo sacerdote y amigo de
reyes, a los ancianos y a la nación de los judíos.

37 Hemos recibido la corona de oro y la palma que nos habéis
enviado y estamos dispuestos a concertar con vosotros una paz completa y a
escribir a los funcionarios que os concedan la remisión de las deudas.

38 Cuanto hemos decidido sobre vosotros, quede firme y sean
vuestras las fortalezas que habéis construido.

39 Os perdonamos los errores y delitos cometidos hasta el día de hoy
y la corona que nos debéis. Si algún otro tributo se percibía en Jerusalén,
ya no se exija.

40 Y si algunos de vosotros son aptos para alistarse en nuestra
guardia, alístense y haya paz entre nosotros.»

41 El año 170 quedó Israel libre del yugo de los gentiles

42 y el pueblo comenzó a escribir en las actas y contratos: «En el año
primero de Simón, gran sumo sacerdote, estratega y hegumeno de los
judíos.